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T | 1080p Dual | 2.18 GB | Descargar |
Tras perder el prestigio por culpa de su carácter y sus problemas personales, el chef Adam Jones (Bradley Cooper), pasado un tiempo, abre con su antiguo equipo un nuevo restaurante con el objetivo de alcanzar la perfección y conseguir las tres estrellas michelin. Burnt Una buena recetaCritica:Burnt es una película- producto, que se deja ver- consumir con facilidad. No sé cómo le ha ido o irá en taquilla, pero imagino que no demasiado mal. Bradley Cooper, supongo un icono del momento para jóvenes ardientes, encarna al Chef de nuestra historia. No sólo es atractivo su aspecto, sino que su personaje desarrolla todos las fantasías eróticas y mentales del macho del momento, del prototipo del hombre de hoy en día, el que fascinará a la mujer en general: exitoso, ambicioso y egomaníaco. Así miles de mujeres ya lo tendrán todo hecho en cuando te conozcan, ya sabrán hasta dónde y con quién. La historia es esta: Bradley llego a la cima, una vez allí no supo asimilarlo, hace dos años que no bebe y llega a Londres con ambición renovada para volver a cocinar y demostrarse a sí mismo y al mundo entero lo grande que es. Es en definitiva una historia de redención personal y cuenta con una trama al uso, que no tiene mucha fuerza pero si la suficiente para pasar el rato. Después el usuario, a pesar de lo elitista del personaje, cuenta con su bendición si ha cenado en Burger King antes de la película o si decide hacerlo después. Es un producto autocomplaciente con el mundo que lo parió. El conglomerado situación laboral- romance si bien es tópico aguanta el tipo gracias a unos actores a la altura de las circunstancias. En el spoiler puede que desvele partes importantes de la trama. Una buena recetaUn demonio de la cocina está de vuelta, un prodigio arrogante, soberbio, estúpido e inestable que se cree puede controlarlo todo, genialidad de un chef que busca reclutar a ese fantástico equipo -al igual que Ocean con sus eleven-, que le permita acceder a la codiciada tercera estrella Michelín, el Yoda de la cocina. Un millón de ostras peladas y pone fin a esa auto condena impuesta, que le lleva a Londres para resurgir de sus cenizas y ser lustroso y conflictivo ave Fénix; con sabrosa banda sonora y la combinación del inglés rutinario y la elegancia gastronómica -ya mito desbancado- del francés en la gastronomía culinaria, intenta ser divertida e irónica, atractiva y emocionante con ese loco inteligente, intratable, espontáneo e imprevisto, quebrado interiormente. Una buena recetaEl mundo competitivo de la alta cocina, su tensión, presión, gritos y desequilibrios por la perfección del mejor, dilema inquisitivo que abarca mucho más de lo profesional, pues se trata de la reconstrucción de quien lo estropeó todo e intenta ganarse el respeto de los suyos de nuevo. Y en esa prevesible cruzada, de la infernal piedad de sus rivales, a la satisfacción personal del logro abrazado, Bradley Cooper, el guapo de Hollywood por excelencia, de increíbles ojos azules, siempre ideal como perdedor en proceso de redención, se rodea de buenos secundarios para teatralizar esa noria auto destructiva, de prevista parada ganadora, a tiempo de enmienda. Una buena receta
Hoy en día, empezar una relación sentimental es relativamente fácil, pero salir de ella es más difícil. La locura llega cuando un 'jugador' en el mundo de las relaciones románticas encuentra a una chica que es una verdadera oponente que cree que el amor es una batalla de ingenio..... Me miente, me engañaCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Me miente, me engaña
La vida de Tracy (Lola Kirke), una joven solitaria y muy poco popular estudiante de primer año sufre un completo cambio cuando aparece en escena la impetuosa y aventurera Brooke (Greta Gerwig), una treintañera que se va a convertir en su hermanastra, pues la madre de Tracy está a punto de casarse con el padre de Brooke. Mistress AmericaCritica:No acabo de entender – ni de compartir – el aprecio que cierto público y algunos críticos sienten por las películas de Noah Baumbach, como si fuera el paradigma de la nueva comedia sofisticada yanqui. Casi siempre me parece que sus intenciones son mejores que sus resultados, prometiendo mucho pero ofreciendo resultados discretos (aunque interesantes), acertando en el colorido y en los personajes pero desperdiciando posibilidades o quedándose por debajo de las expectativas que genera. Adolece de un exceso de indulgencia, como si la innegable simpatía que propagan sus personajes le excusara de trabajar más los guiones o le dispensara de elaborar tramas más arriesgadas que trascendieran el mero afán voluntarioso que pone en sus proyectos. Mistress AmericaAquí estamos ante un enredo agradable, cómodo, bien dialogado e interpretado, que despierta la sonrisa cómplice sin demasiada dificultad, pero se queda en eso, en una pantomima artificiosa y edulcorada, carente de conflictos reales ni de meollos trascendentes, mero ejercicio embaucador al que no le sobran ideas ni situaciones ingeniosas pero al que le falta mordiente, veracidad y vida. Todo resulta grato, risueño, deleitoso y juguetón pero se echa en falta algo menos de artificio y trivialidad. Vamos, demasiado ruido para tan pocas nueces. No es que una comedia tenga que ser enjundiosa por norma, pero al menos cabría exigirle algo más que ser un ingenuo pasatiempo insustancial.Por ello, si atendemos a lo que hay, no contiene demasiado que objetar. Los actores resultan convincentes y seductores, las situaciones ofrecen oportunidades de lucimiento y sonrisas, el tono es amable y ameno, el metraje fluye elegante, cálido y con gracejo. Pero se queda en eso, en una verborrea chispeante pero superficial, en un exceso de labia carente de alma, más atenta por resultar brillante o en poder ser citada y repetida, que en desvelar dobleces de los personajes o en revelar intimidades insondables o imprevistas. Hay demasiadas palabras y demasiado poco fundamento. Tan fácil de consumir como sencillo e inmediato de olvidar.En definitiva, simpática, asequible e intrascendente, voluble y predecible, frívola y hueca. A ratos centelleante, a ratos anodina, a ratos cómplice, a ratos vana, a ratos entretenida, a ratos plana y repetitiva. Dicen que es una aguda radiografía de los neoyorquinos que pueblan dicha urbe, pero me daría pena que así fuera, porque la simpleza (que es patrimonio de todos) necesita de algún aderezo adicional para hacerla sugestiva. Y aquí falta adobo o sobra insignificancia. Un producto de consumo inmediato de la cocina rápida. Mistress America
Isi es un “joven” gay de 50 años cansado de su perpetua adolescencia. Todo da un giro inesperado cuando su anciana madre cae enferma e Isi debe regresar a la casa familiar para cuidarla. Isi desesperado, descubre que sólo hay una manera de conseguir que su madre coma y tome sus medicinas… leerle su novela favorita: “Lo que el viento se llevó”.....A Dios pongo por testigoCritica: Todo mi respeto y admiración para aquellos/as que se embarcan en la aventura de sacar adelante un proyecto artístico, sea cine, teatro, danza… Salir indemne del laberinto borrascoso que supone conseguir fondos para ello es prácticamente de suicidas y más en una España que da más premios que financiaciones.Me cuentan que el jienense Manuel Nector tuvo que rascarse su propio bolsillo para poner en pie su obra de teatro que ahora, rizando el rizo de la obstinación artística traslada a la pantalla con el apoyo de todo un equipo que invierte en su trabajo sin tener claro si habrá beneficios. Lo hace con eficacia formal en una comedia que apenas a podido ver la luz en unas pocas sesiones con prácticamente nula distribución.La famosa frase de Scarlett O´hara pronunciada por Vivian Leigh en «Lo que el viento se llevó» viene a ser una excusa, casi una anécdota dentro de un guion más ambicioso que rinde homenaje a esas madres que se sacrificaron por sacar adelante en soledad su vida y la de sus hijos y a las que ingratos estos no sabemos reconocerlo, criticando una vida pasada sin tener en cuenta su contexto.Dos hermanos que viven a la sopa boba del cheque que mensualmente les ofrece su madre han malgastado su vida y ya casi que no se reconocen a sí mismos. Los últimos días de la madre acabarán por ofrecerles una segunda oportunidad. El planteamiento no termina de cuajar con la fuerza que debiera y se ve demasiado trufado por la comedia que se apoya en los muy sobados comportamientos de esos gays que van de locas reinonas. Aún así Patu Fernández y Antonio Nieves realizan un notable trabajo de contención dentro de lo posible que se agradece y no incomoda..... A Dios pongo por testigo
En la secuela de Turma da Mônica: Laços, seguimos a Mônica, Jimmy Five, Maggy y Smudge lidiando con las consecuencias de un error cometido en la escuela. Al mismo tiempo, enfrentan transformaciones de la niñez a la adolescencia y están a punto de descubrir el valor de la amistad....Monica and Friends: LessonsCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Monica and Friends: Lessons
Se acercan las Navidades. Los niños rompen accidentalmente una figurilla del Belén de colección de su padre y deben conseguir por todos los medios una igual, el problema es que es una pieza única de anticuario. Sara, la hija mayor rompe con su novio, Ocho, que intentará recuperar sus favores con la ayuda de su suegro, Javier. Precisamente el suegro de Javier, el padre de Marisa, será acogido en la casa familiar para pasar las fiestas tras su reciente separación, lo cual no dejará indiferente a la madre de Javier, Milagros. Rocío, la folclórica de la familia, que hacía de Virgen desde hace varias Navidades, es relegada este año a hacer de pastorcilla, algo que su padre, Javier, no está dispuesto a asumir. Padre no hay más que uno 3Critica: Lo siento pero es una absoluta castaña de película. Sin gracia ninguna, con actuaciones forzadas, precipitada en su desarrollo (y final), deslavazada, con saltos en el montaje, con un guion completamente absurdo... Un desastre. Vete a verla con tus hijos solo si estos te amenazan con llorar hasta que les lleves al Mc. Donalds, aunque tampoco sé qué es peor si susto o muerte.Y encima el Segura nos amenaza ya con la 4ª. Y con volver a engañar a los niños para que lleven a los padres a verla. Padre no hay más que uno 3Y vendrá la séptima y resultará que la hija mayor se queda embarazada del Ocho (el único personaje que se salva, por cierto), y el niño nace tan feo que el padre (S. Segura) quiere volver a echarle de casa. Para que eso no suceda en esta ocasión los hermanos (tíos y tías del pobre bebé) se tendrán que buscar la vida para dar el cambiazo en el hospital (y el bebé raptado será en realidad el nieto de Belén Esteban, que hará un cameo llorando a lágrima viva porque le han secuestrado al niño). Porque cualquier chorrada vale con tal de seguir explotando la gallina de los huevos de oro. Padre no hay más que uno 3De verdad que este producto casposo y casi industrial (y mira que la primera se salvaba, pero esta manía de exprimir la idea hasta estrangularla...) pueda llegar a ser un taquillazo, como pronostican, solo puede ser síntoma de lo mucho que nos aburrimos en vacaciones (o del calor que hace, y nada mejor que un cine para pasar un rato fresquito) y por supuesto de lo poco que valoramos la inteligencia de nuestros hijos. Padre no hay más que uno 3A mí me produce retortijones habiendo como hay seguro guiones magníficos y cineastas con ideas y ganas de innovar a quienes las productoras les cierran las puertas en las narices. Pero claro, como no están en los Goya y no tienen padrino se tienen que comer los mocos y ganarse la vida con los anuncios (a mucha honra en cualquier caso).Termino simplemente con una pregunta, por si alguien tiene respuesta: una familia con seis hijos (y los que se apuntan a la sopa boba), viviendo en un chalet adosado, con asistenta interna ... y ni al padre ni a la madre se les conoce ni oficio ni beneficio (ella solo cose, se va de compras y él se ocupa del cole: ¡uff, solo de pensarlo me agoto!). Ah, claro, que probablemente vivan de las ayudas y subvenciones, no había caído. ¡Cabeza esta la mía! Padre no hay más que uno 3